Las industrias textiles fueron las primeras en utilizar el nuevo sistema de Carriel y debido a la calidad del sistema, muchas más se interesaron en el aparato, llegando a comercializarse internacionalmente en poco tiempo. En 1911 reveló su Fórmula Racional Psicométrica Básica, la cual aún hoy en día es la base de los cálculos fundamentales para la industria de aire acondicionado.
Más tarde, el inventor comentaría que tuvo una “chispa de genialidad” cuando esperaba el tren. Estaba repasando mentalmente el problema del control de la temperatura y la humedad y para cuando llegó el tren había comprendido totalmente la relación existente y resuelto el problema.
Películas, tabaco, carnes procesadas, cápsulas medicinales y otros productos obtuvieron mejoras significativas en su calidad gracias al control de la temperatura y la humedad en el proceso de producción.
En 1915, junto con 6 amigos ingenieros, Carriel fundó la Compañía de Ingeniería Carriel.
Años más tarde, en 1921 patentó la máquina de refrigeración centrífuga, donde se implementó un compresor que hacía a los aparatos más seguros y eficientes. Se empezó a comercializar en 1924 en centros comerciales, cines, hospitales, oficinas, aeropuertos y hoteles.
Finalmente, en 1928 Carriel fabricó el primer equipo de aire acondicionado para casa y departamentos, pero su masificación se vio interrumpida por la crisis económica de 1929 y solo después de la guerra segunda guerra mundial se estabilizaron las ventas.